Solo el amor acaba con la violencia.

 

 

 Concierto por la paz. Cambia tu arma por una cámara, un instrumento musical u otra cosa. La Ley desarme… ya me canse de oír tantas bolsibunerias de este gobierno. Recuerdo tres cosas de estos últimos 14 años. Patria socialismo y MUERTE, Venceremos. Era el más común de todos, pienso que hasta en la liga de la ropa interior debió estar escrito.

El otro poco común, pero muy efectivo y obedecido “échenle gas del bueno”. Cada vez que hubo una protesta, la Guardia Nacional Bolivariana fumigaba cada manifestación en contra del gobierno, esto llevo a un recate impuesto por el mismo de las transmisiones de estas noticias, como si tapar el sol con un dedo tan fuera fácil.

Y por último, “hay que meterlos preso”, a cualquier persona que piense o actué distinto. Si fuera por eso me tendrían encanao hasta el día de mi muerte. Pero no es el caso, Tantos mensajes, radiados y televisados, las 24 horas del día, en todos los horarios, o sea mañana, tarde y noche, en esas cadenas interminables. Con el énfasis que da el resentimiento social, familiar y personal, tiene que calar muy hondo en los genes de los telespectadores adeptos al gobierno. Día y noche con este taquititaqui, por la pantalla de una “caja boba”, -como lo llamaron días atrás, aliena, predispone a la violencia, evita que la tolerancia se afiance en el corazón.

Como lidiar con la violencia, cuando esta desbocada en Venezuela. Para mi imposible, que expresas cuando acotas que has gastado tanto millones de dólares en la compra de armas rusas, o de helicópteros o en la creación de la milicia como si fuera la curita para sanar, esa yaga que has abierto desde que tomas un  micrófono y recibes los aplausos de la focas que tienes a tu alrededor.

La solución no está en la censura a los programas, novelas o películas violentas, -en cuyo caso tendríamos que vetar las películas sobre Bolívar cuando sale a la guerra por la libertad de este país del yugo español. La solución no está en prohibir los juegos de video de guerra, la violencia es innata en los seres humanos. Somos animales y la única diferencia en nosotros y los otros es que hablamos y pensamos. Un león mata por hambre o porque se siente en peligro. Los humanos matamos porque queremos el reloj del vecino, o la camioneta de último modelo, el pantalón de la mejor marcar o simplemente porque te mire mal o te bucee a tu novia o preciso cobres para la droga.

La lucha contra la violencia empieza en el seno del hogar. En la cultura familiar, en las relaciones entre padre e hijos. La lucha empieza con amor y no con odios.