Toque de queda.
Cae el atarde en la ciudad y con ello el racionamiento nos arropa. Rompe la rutina del llegar a sitio seguro. Asi comienza el toque de queda implementado por el racionamiento electrico. EL temor a lo que no podemos ver, alerta nuestros sentidos. El sonido de una moto, los pasos de un traseunte, el traquetear de un pos puestos nos pone la piel de gallina. Rezamos y nos encomendamos a la deidad de nuestra preferencia, pedimos que nos proteja y no nos pase nada, que nos libre de la hora del puñal, que nos libre del caco en la esquina y hasta de la ley, por eso de no saber quien es mas chorro.
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