En la 5 de julio.
Ni corto ni perezoso, los marabinos salen de sus casas a ejercitarse, por otro lado, usan sus vehículos para manejar tres cuadras simplemente para comprar pan. Aquellos que no tienen cobres para pagar el transporte publico, inexistente y caro, no tienen de otra, gastar las suelas de los zapatos en el asfalto de la ciudad.
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