El sufrimiento de los adultos mayores.

No es una buena vista en la ciudad cuando a los viejos les toca el día del cobro de pensión.

Unos a otros los ancianos se ayudan mutuamente en estas horas de espera frente a los bancos los días de cobro de pensión.

Muchos de pie y algunos sentados cuentan las horas para poder llegar a la taquilla.

Los discapacitados tienen la preferencia en algunos bancos.

Las esperas son largas y el inclemente sol no ayuda.

Desde otros municipios foráneos vienen a cobrar su pensión.

El calor hace estrago en la población de los ancianos que esperan su turno para cobrar la pensión.

Un pañuelo en la cabeza aplaca la inclemencia del sol.

Cualquier sitio es bueno para esperar y cualquier pote es mejor para beber agua.

Ya con su efectivo enmano esperan a que los familiares los vayan a buscar para ir a otro banco y hacer el recorrido.

El comercio informal ofrece su mercancía y se paga en efectivo.

Los banco son el centro de atención de los miles de viejitos que buscan su pensión en efectivo.

LLueva, truene, relampaguee o haga ese coñazo de sol. Los viejitos y ancianitas pasan largas horas inclusive desde días anteriores para poder conseguir el pago de sus pensiones en efectivo, aunque sea una mínima parte de ella para poder comprar comida en Las Pulgas a un costo menor con efectivo. Comienza la madrugada y la pernocta no se hace esperar, con sus petates al hombro, sabanas, almohadas y la fe en dios para que anda les pase, viejitos de otros municipios pasan la noche frente a las entidades bancarias para poder agarrar los primeros turnos en la cola. 

El recorrido de los bancos para poder conseguir mas es otro de los puntos. Familiares los ayudan pagando planton en otros bancos y asi poder consguir algo mas en efectivo.