Ellos sufren lo indecible por unos biyuyitos.

Los ancianos que cobran su pensión llevan de todo para poder aguantar las largas jornadas.

La decepción se nota en su cara al no poder cobrar este día su pensión en efectivo.

Las colas se hacen interminables y para matar el tiempo hablan entre si o solo leen la prensa del día. 

Los primeros de la fila, son los discapacitados.

El cansancio los vencen después de días de madrugar y prácticamente vivir frente al banco que les toca.

La espera se hace interminable y sin futuro resuelto.

Cualquier acera es buena para comer pero siempre cerca de la puerta para no perder su turno en caso que se reaude la jornada.

Ayer les toco venirse desde temprano en la tarde para hacer la cola. Les toco pasar la noche a la intemperie, con zancudos, mal comer y pendiente de cualquier agresión externa que pudiese herir los pocos años que les quedan. Hoy se mojaron con la lluvia cuando a medio resguardo pasaron la tormenta acurrucados a una pared. Ho les toco que el internet se cayera por culpa de CANTV y no pudieron cobrar su mensualidad a pesar de tener el banco el dinero en efectivo. El cansancio los venció, uno al lado de otros. Ella recostada en una pared se quedó dormida. El acuclillado 

se durmió. Mañana sera la otra parte de sus historia en la cual no estaré para fotografiar.