Sala de espera.
Sólo ocho horas a la semana lo separan de Dios. |
El gobierno les promete mantener su vida de calidad, pero se ha olvidado de los pacientes renales crónicos y protestan por insumos y maquinas en buenas condiciones. |
A pleno sol y con bastón en mano claman por su derecho a la vida. |
De lunes a sábado y en tres tandas esperan conectarse a la máquina que le prolongara su vida una semana más. |
Con esperanza y fe, espera en la sala su turno a la vida. |
Sentada en su silla de rueda solo tiene que esperar cuatro horas o hasta que la sesión de diálisis de otra persona termine. |
Sentada en la acera piensa si tendrá un mañana o hasta un pasado mañana. |
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