Los presos están vivos porque tienen madres.

Los presos están vivos por los familiares, madres, esposas, hermanos, hijos que los visitan en el dia a dia de las prisiones. Si no fuera por ellos morirían de hambre, de sed y de falta de cariño. Tres papas les llevan y hasta el agua en las pimpinas para que beban o se bañen es llevada a cuestas. Las madres son burros de carga. Su carga, por culpa de un hijo que des-oyo los consejos de una madre. Y que ahora le saca lagrimas cada vez que recorre el camino de la puerta del reten a la cola que revisa la comida, a la espera de un sábado y por diez minuto en una visita para intercambiar miradas, abrazos, noticias y hasta amores.