Humedas Navidades

Siempre lo mismo, año tras año. Llega diciembre y con la llegada del mes, las aguas caen del cielo. La negligencia que durante once meses afecta a las diferentes ciudades de Venezuela, dan como resultado la cantidad de damnificados que verán sus navidades bajo el agua, sin casas, techos, hallacas, pan de jamón parientes, padres, madres e hijos, sobrinos y sobrinas amigos y allegados. No solo el agua cae del cielo, brota de los ojos que sufren las perdidas y se mezclan con la lluvia. Rezan para que mañana, pasado o la semana que viene no llueva de nuevo. Miran los cielos en busca de ese azul profundo con nubes blancas. Pero lo que ven es ese gris plomo que presagia una nueva tormenta, un nuevo sufrimiento.